viernes, 16 de noviembre de 2012

buenas.. les traigo una recopilación de los mitos y leyendas urbanas que predominan en Venezuela ¡sin importar el pasar del tiempo! que lo disfruten

LA SAYONA 



     
     

         Es una leyenda típica de los llanos venezolanos, cuenta la historia que hace mucho tiempo viva una mujer muy hermosa llamada melisa, desde chiquita melisa había sido muy celosa. creció y se caso con un maravilloso hombre que era incapaz de herir a alguien, pronto tuvieron un hijo.


            Pero en su pueblo, había un hombre de mala fe, mentiroso y mujeriego que se enloquecía por ella. este la espiaba cada día mientras ella se bañaba desnuda en el rió, hasta que ella un día lo descubrió, ¿que haces aquí espiándome?, de ti me lo podía esperar. a lo que este le contesto:

            no, yo vine a advertirte, mujer, que tu hombre te esta cambiando por otra, tu marido te esta traicionando con tu propia madre. "algo totalmente incierto"


             Al oír esto mesila palideció de repente y salio corriendo a su casa, al llegar encontró a su esposo y a su hijo, llena de celos, prendió fuego a su propia casa en la cual se encontraba su esposo y su bebe de tan solo nueve meses, desde lejos se escuchaban los llantos del bebe y los gritos del esposo, pero cuando llegaron los vecinos ya era demasiado tarde.


              Mientras los vecinos se lamentaban, melisa ya había llegado a la casa de su mamá,a la cual le contó lo que había hecho y porque lo hizo, la madre horrorizada diciéndole que ella la no la había traicionado mientras huía asía el patio, pero no pudo escapar y melisa la ataco con un machete dándole tres cuchilladas en el vientre, esta antes de morir dijo: jamas te mentí y tu cometiste el peor pecado, matar, maldita seras toda la vida, sin dios ni santa maría, vagaras por todos los caminos tratando le aliviar todos tus pecados, pero nunca lo lograras, yo te maldigo sayona.

             Desde entonces se cuenta en el pueblo que a todos lo hombre mujeriegos se les aparece una hermosa mujer, quien les pide que le enciendan un cigarrillo, pero no lo hagan porque al hacerlo verán su espectral rostro, el rostro de la propia muerte y no se mueren del susto al ver esta horrenda cara, ella los acosara tomando diversas formas hasta producirles un infarto, caer por un barranco o cual quier otra horrenda muerte.

EL SILBON




        
            

             Es un espíritu vagabundo por matar a sus padres, después de asesinar a su padre fue castigado por un mandador de pescuezo ( típico del llano), al tratar de huir fue mordido por un perro tureko, para concluir con su castigo el abuelo regó gran cantidad de ají picante sobre sus heridas. el recuerdo y mención de lo sucedido libra a las personas de ser atacadas por este espíritu errante conocido como el silbon.

              El silbon se presenta a los borrachos en forma sobrio, otros llaneros le dan forma de un hombre alto, flaco y usa sombrero, ataca a los hombres parranderos y borrachos, a los cuales les chupa el ombligo para tomarles el aguardiente.

              La tradición explica que al llegar el silbón a una casa en las horas nocturnas, descarga el saco y cuenta un a uno los huesos; si no hay quien pueda escucharlo, un miembro de la familia muere al amanecer.

               Otra versión dice que fue un hijo que mato a su padre para comerle sus "asaduras". El muchacho fue criado toñeco (mimado), no respetaba a nadie. Un día le dijo a su padre que quería comer vísceras de venado. Su padre se fue de cacería para complacerlo pero tardaba en regresar. En vista de esto el muchacho se fue a buscarlo y al ver que no traía nada, no había podido cazar el venado, lo mato, le saco las vísceras y se las llevo a su madre para que las cocinara. Como no se ablandaban, la madre sospechó que eran las "asaduras" de su marido. preguntándole al muchacho, quien confesó la verdad, de inmediato lo maldijo "pa to la vida". Su hermano Juan lo persiguió con un "mandador", le sonó una tapara de ají y le azuzó el perro "trueco" que hasta el fin del mundo lo persigue y le muerde los talones.

LA LLORONA




                Con sus desgarradores lamentos interrumpe el silencio nocturno, en los más apartados pueblos de Venezuela. Cuenta la leyenda más conocida que La Llorona era una mujer española. Vivió durante la Colonia en un pueblo y tuvo varios hijos con un indígena. Sus hermanos se enfurecieron al descubrir tal aberración. Debemos recordar que para ese entonces se decía que los indígenas no poseían alma. Eran considerados animales, seres inferiores, de origen diabólico.


                  Los hermanos de aquella dama mataron a sus hijos y la casaron con un español. Pero la pobre mujer enloqueció y se escapaba en las noches de su casa. Vagaba por los campos suelto de largo pelo, en una amplia bata de noche, llorando lamentándose tristemente por la muerte de sus hijos. Los campesinos se angustiaban al oírla. Al poco tiempo murió de pena, pero los campesinos aún la escuchan. Algunos hasta la han visto arrastrando el peso de su tristeza por los campos de Venezuela.

JUAN MACHETE



                 Considerable como una de las leyendas más conocidas del llano. Cuenta la vida del hombre que quería ser el más poderoso de la región, su nombre era Juan Francisco Ortiz, amo y señor de las tierras de la Macarena. Este señor hizo un pacto con el diablo en el cual le entregaba su mujer e hijos, a cambio de mucho dinero, ganado y tierras.
                  El diablo le dijo a Juan que agarrara un sapo y una gallina, a los cuales debería coserle los ojos y enterrarlos vivos un Viernes Santo a las doce de la noche, en un lugar apartado, luego debería invocar el alma y el corazón. Juan cumplió con lo encomendado. Pasando varios días, el hombre se dió cuenta que los negocios prosperaban.

                Una madrugada se levantó temprano, y al ensillar su caballo divisó un imponente toro negro, con los cuatro cascos y los dos cachos blancos. Pasó este hecho desapercibido y se fué a trabajar como de costumbre.

En la tarde regresó de la faena y observó que el toro todavía se encontraba merodeando la casa. Pensó "será de algún vecino". Al otro día lo despertó el alboroto causado por los animales, se imaginó que la causa podía ser el toro negro. Trató de sacarlo de su territorio, pero esto no fue posible porque ningún rejo aguanto.

                Cansado y preocupado con el extraño incidente se acostó, pero a las doce de la noche fue despertado por un imponente bramido. Al llegar al potrero se dió cuenta que miles de reces pastaban de un lado a otro. Su riqueza aumentó cada vez más. Dice la leyenda durante muchos años fue el hombre más rico de la región.

                 Hasta que un día misteriosamente empezó a desaparecer el ganado y a disminuir su fortuna hasta quedar en la miseria. Se dice que Juan Machete después de cumplir su pacto con el diablo, arrepentido enterró la pata que le quedaba y desapareció en las entrañas de la selva.

                  Cuenta la leyenda que en las tierras de la marraneras deambula un hombre vomitando fuego e impidiendo que se desentierre el dinero de Juan Machete.

LA BOLA DE FUEGO


                  Es una de las creencias más populares del llano y podría decirse que no existe un llanero que no haya escuchado hablar de ella. Algunos habitantes y caminantes que se han tropezado con la bola de fuego tantas veces que ya no le tienen miedo. La bola de fuego es una luz que se desplaza a lo largo de la sabana, dando vueltas como si fuera una rueda. Cuando se ve cerca, fácilmente pueden distinguirse los ojos, la boca y otras partes del cuerpo como si fuera un esqueleto humano.


Dicen que cuando aparece es necesario decirle groserías para que se aleje, de lo contrato se viene encima y quema. Diversas versiones se tejen sobre el origen de la bola de fuego. Unos dicen que se trata de un obispo que por haber pecado anda en pena, otros que fueron dos madres que se pelearon y se lanzaron maldiciones, o el espíritu de una mujer que fue mala hija, o simplemente se trata de espíritus errantes que deambulan en el llano.

EL DUENDE




                 Es un espíritu burlón que persigue a las mujeres, especialmente a las muchachas bonitas. Solo se deja ver de las mujeres a quienes persigue y se les presenta en forma de un niño que hace toda clase de muecas, le tira objetos pequeños y le propone amores. A las que acceden, les lleva frutas.

                  Al duende hay que decirle toda clase de groserías y en esa forma se retirará definitivamente. También se va si se toca música de cuerda porque se dice que así se acuerda de la música celestial.

EL CARRETÓN


                En cierta época en Europa se desató una peste tan espantosa que aniquiló casi la mitad de la población, peste conocida como el Cólera Morbus o peste del vomito negro.No dejó de invadir nuestros pueblos de América. En Europa era tal la desolación que no había tiempo de cargar los cadáveres para darles sepultura y menos cumplir los oficios religiosos, por lo que se abrían grandes fosas colectivas, allí eran arrojados por esclavos en el cortejo más popular: la carreta.

               Según comentarios, algunas víctimas lograban sobrevivir al espanto de la petrificación intestinal y salían de las enormes fosas, caminando sin saber hacia dónde sin rumbo fijo, creando una atmósfera de espanto; así como aquellos que moribundos, solicitaban auxilio. El sonido de la carreta se fue grabando en la mente de todos los habitantes, el ruido de sus ruedas representaba la muerte, el carretero buscaba cadáveres y posteriormente a la peste, la gente seguía oyendo esas ruedas, ese ruido fatídico.

                  Esto, naturalmente, fue creando la leyenda del carretón, del extraño vehículo, del extraño sonido buscando los próximos a morir. En nuestro país existen recuerdos terribles del Cólera Morbus, tan terribles que también quedó el recuerdo, la leyenda, el espanto de la carreta, que acentuaba su tránsito desde la antigua Plaza La Trinidad (hoy Panteón Nacional), finalizando en la Plaza La Candelaria. Gilman.

EL ANIMA SOLA


                  Este es uno de los más espeluznante espantos del que se tenga noticias, tiene como finalidad el hacer daño por efecto psíquico u otros medios de manipulación de terceros, el Anima Sola se presenta en forma de mujer de largos cabellos y atractivo rostro y tiene la finalidad de cobrar las velas de las Animas Benditas, pues en estos pueblos la gente acostumbra a pedir favores a las Ánimas y estas casi siempre le conceden los favores a cambio de que se tengan prendidas cierta cantidad de velas durante un tiempo antes prometido, de no cumplirse con esta contra prestación de los devotos, hace su entrada el Anima Sola; para recordar la deuda de una manera tenebrosa.

                  En Guatire, sector las Flores del Ingenio; se cuenta que una señora devota de las ánimas, en una ocasión olvidó prender la prometida vela a pago de favores de éstas, esa noche tocaron a su puerta y resultó ser una amiga de la cual tenia tiempo no veía, para su desdicha e ingenuidad la invitó a pasar, al momento y una vez dentro la visita se convirtió en un celaje que recorrió --cual inmensa sombra negra-- toda la sala, tomando a su víctima por los cabellos en repetidas ocasiones causándole grandes moretones, la señora aterrada se arrastró como pudo hasta el altar y prendió temblorosa un cabito de vela a la vez que pedía perdón por el olvidó, al momento la gran sombra abandonó la casa; dejando privada a la olvidadiza señora, quien desde entonces prende a diario gran cantidad de velas, aunque no haya nuca más pedido un favor ni dejado pasar a su casa visita alguna.

EL HACHADOR PERDIDO


            "Si por la noche se escucha cabalgar algún lamento en San Casimiro se pinta la sombra de tu recuerdo, si es que te encuentras penando en las montanas del tiempo, con gusto hachador perdido, yo te rezare tu Credo..."

            Así comienza el "corrio" del Hachador Perdido, canto popular que nos habla de un ser alto, calvo, con ojos "como dos brasas que queman el alma", de dientes filosos, pecho cubierto de lana y manos planchadas como las de una rana. Que lleva siempre si hacha en mano para arremeter contra todo aquel que va a las montanas a cazar, no por hambre, sino por ambición.Cuentan que en vida era un leñador que quería hacer su propia urna, pero un Viernes Santos salió al monte a realizar su tarea, cuando Dios lo castigo.

          Fulminándolo, en el instante en que levantaba el hacha para asestarle en un tronco, convertido en un anima en pena, su espectro vaga por los campos y bosques donde eternamente ha de ejercer su cometido. Oyéndose el lúgubre retumbar de secos y Prolongados golpes de hacha.